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Fintechs

Tecnología Para Abrir El Camino a La Inclusión Financiera

La pandemia representa una oportunidad sin precedentes para ampliar la adopción de servicios financieros digitales en beneficio de la población aun excluida.


En América Latina, el 45% de los adultos no tiene una cuenta bancaria. Se trata de individuos completamente excluidos del sistema financiero que, aunque trabajen duro, si se les presenta una emergencia médica, una gran reparación para hacer a su hogar o vehículo, o si quieren iniciar un pequeño negocio, tendrían grandes dificultades para lograrlo. 

La buena noticia es que las fintechs, que experimentaron un crecimiento exponencial en la región en los últimos años, ahora se centran en mejorar el acceso a servicios financieros para millones de latinoamericanos que hasta hace poco fueron excluidos financieramente.

Impulsados por la disponibilidad de aplicaciones móviles, millones de clientes pueden acceder al sistema financiero y realizar sus primeros depósitos de forma rápida y segura. «Los consumidores que sólo usaban efectivo están pagando facturas en línea y quienes nunca han invertido o tomado préstamos lo están haciendo», como explica Pierpaolo Barbieri, fundador y CEO de Ualá.

La tecnología es clave para la inclusividad, afirma David Vélez, CEO y fundador de Nubank. 

Al no tener sucursales físicas,podemos llegar a cada rincón con productos financieros más transparentes y sencillos. En países como Brasil tenemos clientes en el 100% de los municipios, cuando los bancos tradicionales solo cubren el 60%.Impactar positivamente la vida de las personas fomentando la inclusión financiera es clave para el crecimiento de América Latina.

David Vélez, CEO y fundador de Nubank

El Efectivo Debe Perder Su Eficacia

El uso del efectivo está profundamente arraigado en América Latina, tanto que en 2018 representó el 81% de las compras en detalle. Sin embargo, el crecimiento del acceso a Internet, junto con la proliferación de teléfonos celulares en la región -el más rápido del mundo- ha despertado el interés de las fintechs. Por otro lado, ante la crisis de la pandemia, varios gobiernos latinoamericanos respondieron con paquetes de asistencia financiera para familias de bajos ingresos y, debido a que muchos no tenían cuentas bancarias, estos gobiernos notaron las oportunidades que brindan formas digitales de desembolso para una población no acostumbrada al uso de soluciones electrónicas o compras en línea.  En estas circunstancias, la pandemia representó una oportunidad sin precedentes para ampliar la adopción de servicios financieros digitales en beneficio de los no bancarizados.

«Durante la cuarentena, de mayo a julio, la frecuencia de los pagos digitales de facturas por usuario aumentó 214% entre nuestros clientes, en comparación con el mismo período del año pasado. Este número nos muestra un importante avance en la fidelización de nuestra base a largo plazo», comenta Ezequiel Archipretre, CEO Global de la fintech Superdigital, que enfoca su oferta en el público no bancarizado.

La cuarentena ha permitido que muchos experimenten con las fintechs, pero es crítico que las instituciones financieras establezcan rápidamente planes que fomenten el uso de las herramientas digitales y aplicaciones bancarias.

Kiki del Valle, Vicepresidenta Sénior de Alianzas Digitales para América Latina y el Caribe en Mastercard, dice: «Sabemos que los primeros subsidios del gobierno han sido críticos para la migración de quienes solo usaban efectivo a servicios en línea. Sin embargo, la inclusión digital y financiera va más allá de proporcionar acceso a las plataformas bancarias».

Un estudio de Mastercard buscó evaluar el impacto de cuatro programas sociales gubernamentales, claves para la inclusión financiera, sobre el comportamiento del consumidor impulsado por la digitalización. Específicamente, programas como el Coronavoucher mejoraron los niveles de pobreza de Brasil y expusieron la necesidad de una mirada más cercana a los cambios de comportamiento tecnológicos y regulatorios.

América Latina se encuentra en una situación única: por primera vez la industria de pagos llega a millones de clientes que solían ser «invisibles». Sin embargo, el crecimiento de la inclusión financiera no debe darse por sentado. Si la mayoría de los nuevos usuarios no descubre las ventajas de la inclusión en el sistema financiero, más allá de los depósitos de ayuda del gobierno, el sistema centrado en el efectivo podría resurgir.

Ahora que se ha aumentado el acceso, la promoción del uso de herramientas digitales para llevar a las personas a la salud financiera depende mucho de la industria. Esto no es filantropía. Aquí hay una gran oportunidad para hacer que la economía digital funcione para todos, en todas partes.