Volver a CNN

Cambiar los hábitos de dinero

Cómo La Pandemia Cambió Los Hábitos Monetarios en América Latina

América Latina y el Caribe están en camino hacia la inclusión y la digitalización financiera, como un efecto inesperado de Covid-19.


A veces los eventos que están más allá de nuestro control pueden llevar a cambios en el estilo de vida que nunca antes se habían considerado. En 2020, Covid-19 creó una situación de emergencia, pero también un cambio en la mentalidad de los consumidores. Aquellas personas que nunca habían considerado las finanzas digitales como parte de sus vidas, ahora se habían visto obligadas a hacerlo. Entonces, para las instituciones financieras, esto se convirtió en un momento para adaptarse a las necesidades y prioridades cambiantes de sus nuevos y actuales clientes. En tiempo de pospandemia, la tecnología es la manera de lograr un gran paso adelante hacia la inclusión financiera.

América Latina se encuentra en un momento de adopción tecnológica trascendental, donde las opciones de pagos seguros y sin interrupciones se han vuelto una prioridad

Walter Pimenta, Vicepresidente Sénior de Soluciones Digitales para Mastercard Latinoamérica y el Caribe

Según un estudio realizado por Mastercard en cooperación con Americas Market Intelligence (AMI), en 13 países de América Latina y el Caribe (LAC, por sus siglas en inglés), el Covid-19 marcó un punto de inflexión en los hábitos de pago de los consumidores debido a profundos cambios laborales, sociales y familiares; algunos de ellos irreversibles. El cambio irrevocable en la manera que se trabaja para tanta gente, hizo que los sistemas tradicionales ya no fueran los más adecuados para su propósito.

La Actividad Económica Y Situación Laboral

Según estimaciones de AMI, la actividad económica en LAC no volverá a niveles prepandémicos antes de la segunda mitad de 2023. La situación se ha vuelto tan crítica que más latinoamericanos están preocupados por sus finanzas personales (60%), que de la amenaza de Covid-19 a su salud física (50%).

Para finales de 2020, más de 40% de los trabajadores en LAC han reportado que su salario disminuyó durante la crisis y 15% perdió su trabajo. Entre los que mantuvieron su empleo, 75% ha tenido que ejercerlo desde casa durante el confinamiento, lo cual borró los límites entre la vida laboral y la familiar. De hecho, un tercio de quienes trasladaron la oficina al hogar tuvo que cuidar a sus hijos y supervisar sus deberes escolares y, al mismo tiempo, mantener su nivel de productividad laboral.

El estrés respecto a las finanzas impulsó la nueva manera en que los latinoamericanos gastan. Hubo una caída en el consumo general, ya que los consumidores desean reducir gastos, evitar endeudarse y administrar sus finanzas de manera conservadora, aún si lo hacen con nuevas herramientas, como las Apps de los bancos para los móviles.

Los cajeros automáticos fueron el canal bancario más usado antes de la coyuntura, lo que resalta la importancia del efectivo incluso para los clientes bancarizados. Pero, dado que la pandemia y el distanciamiento social obligó a los bancos a restringir el acceso a cajeros automáticos y sucursales, muchos usuarios se vieron forzados a utilizar canales digitales por primera vez. Estresados por toda la situación y profundamente preocupados por su futuro financiero, los consumidores en la región están explorando nuevas plataformas digitales. Ahora, están más dispuestos que nunca a experimentar. 

En términos de digitalización, los datos indican que el próximo año la tercera parte de los latinoamericanos pedirá comida de restaurantes usando la internet y cerca de la cuarta parte tomará un curso universitario o asistirá a obras teatrales o musicales en vivo, en un entorno virtual, para compensar la falta de interacción social.

Lo Positivo

La incertidumbre por la pandemia forzó a los latinoamericanos a desarrollar mayor mentalidad de planificación a largo plazo con respecto a su dinero. De hecho, 40% dicen que ahora le importan más sus ahorros y finanzas. Los bancos y las fintechs confirman que aumentaron los saldos de las cuentas, incluso entre los consumidores de bajos ingresos para quienes es difícil ahorrar. En algunos casos, estos nuevos hábitos fueron impulsados por los gobiernos, en sus esfuerzos de hacer llegar ayuda monetaria a la población más necesitada.

La pandemia también condujo a una disminución drástica en el uso de efectivo en LAC debido a que la moneda física se considera sucia y no esterilizada, debido a la cantidad de personas que potencialmente la han tocado. Esto llevó a que el 41% de los encuestados dijera que usaban principalmente tarjetas para comprar en tiendas físicas, mientras que solo el 33% seleccionaba el efectivo. 

La mayoría de los latinoamericanos (64%) dice que pagará sus facturas en línea a partir de ahora, y el 25% ya hizo su primer pedido en el supermercado y continuará haciéndolo. En general, el comercio electrónico, que tenía una tasa de penetración del 45% antes de COVID-19, aumentó a un sorprendente 83%.

Para captar y retener nuevos clientes, los bancos y las fintechs deben responder a lo que los consumidores quieren. Hoy es probable que ellos necesiten ayuda con planeación, ahorro, productos de fácil uso y bajo costo, que  podrían generar valor adicional para el consumidor, incluyendo incentivos que impacten la vida de las personas de manera inmediata, como el intercambio de puntos para   compras cotidianas o entregas a domicilio gratuitas.

Los cambios en el estilo de vida seguirán conduciendo a nuevos habitos, valores y prioridades. Es importante que las instituciones financieras estén al día con las nuevas necesidades de los consumidores y desarrollen productos y servicios más acordes con la realidad post-pandémica.