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Identidad Digital: El Futuro Digital Se Basa En La Confianza

Cuando el COVID-19 puso el mundo de cabeza y aceleró el ritmo de la transformación digital, demostrar nuestra identidad se convirtió en un reto aún más complicado. Pero en un mundo de constantes cambios y en el que se comparte información de forma anónima, ¿cómo confiar en alguien que no se conoce y no se puede ver?


Generar confianza en un mundo digital puede ser todo un reto. El primer paso es permitir que las personas se identifiquen entre sí y a sí mismas. La identidad digital, construida teniendo en cuenta las necesidades y retos del usuario final, puede contribuir en gran medida a reducir las divisiones económicas y sociales, así como a impulsar una mayor inclusión.

Cómo definimos la identidad digital

El concepto de identidad digital es relativamente nuevo. La identidad digital se basa en el conjunto de datos que definen al individuo. Esto puede incluir su nombre, dirección, fecha de nacimiento y también atributos como su número de pasaporte, situación laboral o certificaciones profesionales. 

La identidad digital no es una versión digitalizada del pasaporte, la licencia de conducir o el documento nacional de identidad, ni un nuevo tipo de token de autentificación; es mucho más que eso. En el caso de las personas, nuestro modelo se basa en un enfoque descentralizado donde los usuarios tienen el control de sus datos y la información de identificación no se almacena en ningún lugar que pueda ser vulnerable a cualquier ataque. Sencillamente, tú debes ser tu propio dueño. Para las instituciones, una identidad digital tiene la capacidad de desbloquear impulsores económicos clave, como el ahorro de costos, la reducción/prevención del fraude, el aumento de las ventas y la mejora de la productividad.

Aunque todos los usuarios de Internet tienen una huella digital física, la creación de una identidad digital efectiva y única es todavía un concepto en etapas iniciales. De hecho, muchos usuarios aún no se han beneficiado de los servicios digitales.

Según un estudio realizado por Mastercard, todavía hay un sector muy amplio de la población que no tiene una forma de identificación. Por ejemplo, casi mil millones de personas ni siquiera tienen un certificado de nacimiento y no están en ningún sistema que pueda identificarlas.

La necesidad de cambio

Hoy, el modelo de identidad que conocemos se basa en usuarios y claves. Las personas tienen que recordar varias claves para diferentes cuentas y proporcionar mucha información a las organizaciones. Aunque era la mejor opción disponible en su momento, este modelo tiene múltiples vulnerabilidades. Entre ellas, que los usuarios duplican sus contraseñas, respuestas memorizadas e información. Si un delincuente cibernético accediera a un sistema, podría acceder a varias cuentas, lo que aumentaría el riesgo de robo y suplantación de identidad.

De hecho, las estadísticas muestran que Latinoamérica experimentó los mayores índices de ataques cibernéticos en el mundo en 2020, cuando los usuarios recurrieron a las transacciones digitales debido a la pandemia de COVID-19. Sólo en Brasil, más de 275 mil dólares fueron expuestos a fraudes.

Un futuro donde la seguridad esté basada en el usuario

Una de las compañías que más se ha preocupado por la seguridad para usuarios y empresas, y la conceptualización de una identidad digital moderna, es Mastercard. Su idea es crear un mundo en el que verificar nuestra identidad sea tan sencillo como decir “Hola, soy yo”, mientras que, tras bastidores, hayan múltiples procesos conectados que la validen inmediatamente.

Las empresas no sólo obtienen información de una sola fuente, sino que hay múltiples actores que participan para verificar la identidad del cliente y garantizar lo más preciado en el mundo digital: la confianza.

El modelo de identidad digital que propone Mastercard encarna la privacidad por diseño, y un futuro en el que todos podemas confiar. En junio, la compañía adquirió Ekata para seguir mejorando sus esfuerzos en torno a la verificación de la identidad. Con esta adquisición se proponen mejorar la toma de decisiones en tiempo real para la economía digital de hoy, además de avanzar en su estrategia de identidad digital.

En concreto, la tecnología de Ekata permite a consumidores y a empresas realizar interacciones digitales de confianza en todo el mundo, gracias a las capacidades de prevención del fraude e identidad digital impulsadas por la inteligencia artificial. Combinando  capacidades, tecnologías y equipos, existe el potencial de ofrecer aún más confianza y tranquilidad. Ekata ya presta servicios a más de 2 000 compañías de todo el mundo, entre las que se encuentran comerciantes digitales líderes, instituciones financieras, compañías de viajes y plataformas de moneda digital.

Una realidad que ya es posible

A través de diversas asociaciones y ejemplos de uso en los sectores de viajes, sanidad y educación, entre otros, la visión de Mastercard es llevar su servicio de identidad digital a diferentes segmentos y proporcionar mayor seguridad y eficiencia a nivel mundial. Uno de los sectores que más podría beneficiarse de la creación de una identidad digital es el de los servicios médicos. 

Mastercard se unió recientemente a ID2020 y diversas organizaciones líderes en tecnología, salud y viajes para lanzar Good Health Pass, una iniciativa colaborativa, abierta, inclusiva e intersectorial para crear un proyecto de sistemas de pases sanitarios digitales interoperables que ayudan a mejorar la experiencia de  los viajes y a reactivar la economía. También estamos colaborando con la Cámara de Comercio Internacionalpara fomentar el desarrollo y la proliferación de soluciones de tarjetas sanitarias digitales interoperables. 

Cuando se trata de identidad digital, tener claros los objetivos permite un desarrollo más eficaz y ágil. Esto lo sabe Jorge Arbesú, vicepresidente de Ciberseguridad e Inteligencia de Mastercard Latinoamérica y el Caribe, que afirma que “La confianza es fundamental en todas las relaciones, ya sea entre los pacientes y sus médicos, los estudiantes y los profesores, los consumidores y las empresas que los atienden”. 

“Si queremos que los servicios digitales se integren sin esfuerzo y de forma invisible a la vida cotidiana de las personas, debemos establecer y salvaguardar la confianza en las interacciones digitales”, añade Arbesú.

Descubra como Mastercard está protegiendo el mundo digital con su tecnología.