Diseñado Por La Naturaleza E Impulsado Por La Pasión
La naturaleza y el lujo son conceptos que usualmente no están conectados, sin embargo, en el mundo de la alta relojería esta tendencia está cambiando. Naciendo de una cultura tan espiritual y conectada con el medio ambiente como la japonesa, se está creando una tendencia en la que la innovación, la precisión y lo espiritual, se combinan para ofrecer experiencias que realmente ejemplifican y evocan el lujo en su máxima expresión.
Si bien dicen que el lujo está en los detalles, para muchos, este concepto tiene diferentes significados. Hay quienes lo asocian con el costo y la estética. Para otros, el verdadero lujo está en la calidad y la elaboración. Hoy, son pocas marcas, como Grand Seiko, que pueden desafiar y cumplir ambas expectativas.
Desde 1960, el primer Grand Seiko ha deleitado tanto a los amantes de la tecnicidad de la alta relojería como a los que aprecian la estética. No es para menos, la casa se creó bajo una filosofía definida por cuatro valores fundamentales: precisión, belleza, legibilidad y facilidad de uso.
Pero para lograr este equilibrio, los maestros relojeros buscaron fuerzas poderosas que arraigadas a la cultura japonesa: la naturaleza y el paso del tiempo.
Inspirado en la naturaleza
Grand Seiko tiene una afinidad innegable con la naturaleza, apreciando no solo su belleza, sino también la elegante sencillez de los momentos que existen en ella. Por ejemplo, un reloj de la colección Heritage de mecanismo Spring Drive de Grand Seiko es conocido simplemente como Snowflake, copo de nieve en español. El nombre está inspirado en el intrincado detalle del dial, que es cortado de forma especial para crear el efecto de la luz en un campo de nieve fresca.
La marca no solo encuentra inspiración en la naturaleza, si no en los paisajes y tradiciones locales que adornan los dos lugares de nacimiento en las regiones de Shizukuishi y Shinshu, donde Grand Seiko tiene sus estudios, y desde donde se pueden ver la cordillera de Hotaka y el Monte Iwate, ambos parajes inspiradores por sus picos cubiertos de nieve.
Una inspiración similar se disfruta en muchos otros relojes icónicos de la marca. El «Bosque de abedules» del Grand Seiko Hi-Beat se inspiró en la belleza de la región de Shinzukuishi en Japón. No es casualidad que ese es el lugar donde se construyó el estudio Grand Seiko. Este centro creativo está rodeado por majestuosos bosques de abedules blancos que inspiran a los maestros relojeros cada vez que miran por una ventana. Ya sea espiritual o literalmente, el patrón de diseño del dial refleja los colores plata y gris del bosque, mostrando el tiempo a través de una representación inigualable de luces y sombras.
Si bien las influencias estéticas van desde alusiones a representaciones literales de escenas naturales, es la destreza de la ingeniería más sutil la que da vida a otra fuerza de la naturaleza: el tiempo.
Presentes en el paso del tiempo
Los relojes están diseñados para medir el paso del tiempo. Pero cada Grand Seiko comienza su relación con este elemento antes de que el mecanismo se haya completado. El tiempo es una fuerza espiritual que es invertida desde lo más profundo del alma y alimenta la creación de cada pieza de la casa. Este concepto está resumido por «Takumi», el espíritu de un artesano que tiene tiempo para dominar un arte, en este caso, la creación de piezas de relojería únicas. Cada engranaje y dial son usados con la intención de crear un mecanismo que siempre está en constante movimiento.
Tan importante es este espíritu para Grand Seiko que afirman que el espíritu de Takumi vive al interior de cada uno de sus relojes. Revelado en sus bordes finamente esculpidos, sus superficies perfectamente pulidas, y el movimiento refinado de las manecillas mientras capturan cada momento, es el punto de encuentro entre ingeniería y naturaleza.
Si bien, esto puede sonar como un concepto abstracto, en realidad significa que la atención casi obsesiva a los detalles deja como resultado relojes superlativos en precisión y durabilidad.
Un legado de perfección
El primer Grand Seiko ofrecía una precisión de +12 a -3 segundos por día y una reserva de carga de aproximadamente 40 horas. Con el paso del tiempo, los relojes de la casa han logrado una precisión de entre +5 y -3 segundos al día. Gracias a esta exactitud fue el primer reloj hecho en Japón en cumplir con el estándar de excelencia de Bureaux Officiels de Contrôle de la Marche des Montres.
A lo largo de los años, la evolución de Grand Seiko lo ha llevado a incorporar funciones de calendario con cambio automático de fecha; resistencia al agua, que aumentó de 50 metros en 1964 a 600 metros en 2021; y una variedad de movimientos que combinaban la tecnología moderna con la espiritualidad ancestral, definiendo la filosofía y estética del diseño desde la década de 1960.
Es fácil dar por obvias otras características como los avances de movimientos automáticos (introducidos en 1968), el movimiento de cuarzo (introducido en 1988), las propiedades antimagnéticas y las funcionalidades GMT para viajeros (lanzadas en 2002), pero estas innovaciones han mejorado constantemente la experiencia de medición del tiempo por décadas. No menos notable es el desarrollo del calibre 9S en 1998, que introdujo una nueva generación de relojes mecánicos para aumentar su precisión gracias a nuevas aleaciones , que le convirtieron en uno de los mejores calibres mecánicos del mundo, y una insignia de la casa.
En 2020 la casa celebró su 60° aniversario con un nuevo hito: la creación del calibre 9SA5, uno de los mejores movimientos mecánicos del mundo hasta la fecha. Para lograr niveles de precisión inigualables, el calibre 9S se evalúa bajo el estándar GS, creado por la casa para incluir más requerimientos que los estándares tradicionales.
Con este nuevo movimiento, la casa transforma 250 años de historia en la relojería al introducir un nuevo tipo de escape de doble impulso que además garantiza un movimiento de 10 alternancias por segundo, y que se refleja mayor reserva de funcionamiento y mejor precisión.
A lo largo de una extenuante prueba de 17 días, los movimientos del reloj son evaluados rigurosamente en varias condiciones: seis posiciones y tres temperaturas diferentes que garantizan que cada pieza funcione de manera óptima incluso en las condiciones más extremas.
Mientras innova para el futuro, Grand Seiko aún se inspira en sus principios fundacionales y en el mundo natural que lo rodea. Si bien han pasado sesenta años, la pasión y el impulso para ofrecer relojes atractivos y reflexivos siguen siendo tan fuertes como siempre.