La Casa de la Precisión
El tiempo es constante. Nos ayuda a atravesar momentos desafiantes hacia el potencial de un mañana mejor, y a curar heridas físicas y emocionales. Pero además, marcar el tiempo es saber que la renovación y el cambio están en el horizonte.
Seiko ha ayudado a las personas a registrar el paso del tiempo, y la historia, desde 1881.
Muchas cosas han pasado en los 140 años de historia de Seiko; la humanidad ha caminado sobre la luna, ha conquistado el Everest, y ha viajado a lo más profundo del océano.
Consciente o inconscientemente, siempre hemos medido nuestra vida con el paso del tiempo. Esto nos ayuda a comprender cómo el mundo continúa evolucionando mientras que nos ancla a los momentos importantes. Desde la creación del primer reloj de pulsera japonés en 1913, hasta la creación del cronómetro oficial de los Juegos Olímpicos de 1964, Seiko ha sido un medidor de tiempo confiable, y un compañero de los eventos más históricos. Todo comenzó con la visión del fundador Kintaro Hattori.
El padre del tiempo de oriente
Hattori fue un joven emprendedor y comerciante. Comenzando su formación en relojería desde su adolescencia, estableció un negocio de reparación de relojes en casa. Tres años más tarde, con 21 años, fundó K. Hattori & Co, y luego, 11 años después de eso, Seikosha – ‘la casa de la precisión’ – que eventualmente se convertiría en lo que conocemos como Seiko. Aunque los relojes de pulsera no eran populares en Tokio en ese momento, entendió que el cambio global de los relojes de bolsillo pronto se extendería a Japón. Y así, Hattori cultivó el potencial de mantener el tiempo en una sociedad japonesa de cambios constantes, creando demanda por este tipo de relojes japoneses e importados.
Hoy y mañana, me mantengo con los desafíos del mundo
Kintaro Hattori
En 1923, diez años después de establecer Seikosha, Japón fue devastado por el gran terremoto de Kanto. A pesar de perder su fábrica y sus acciones en la tragedia, Hattori convirtió la pérdida en apoyo para su comunidad al crear trabajos, reconstruir sus instalaciones, y establecer una fundación para financiar becas. En un hecho sin precedentes, se ofreció a reemplazar los relojes que se perdieron en el desastre, sabiendo que este pequeño acto ayudaría a las personas a avanzar y a restaurar una pequeña parte de la normalidad en sus vidas.
La torre del reloj Wako, en Tokio, fue el último regalo de Hattori a la ciudad que amaba. Mientras construía la nueva sede, quería incluir una torre de reloj para asegurarse de que los ciudadanos siempre supieran la hora. Han pasado más de 100 años desde su construcción y la torre sigue siendo un símbolo de modernidad; un recordatorio de la resistencia y tenacidad de Japón.
Un paso adelante
En lo que sería su 160.º cumpleaños, está claro que las filosofías de Hattori todavía guían el espíritu de Seiko, y que han llevado a la compañía hacia adelante durante más de un siglo.
Sigue tus sueños y mantente siempre un paso adelante
Kintaro Hattori
En el alma de las creaciones de Hattori había una declaración simple que todavía está en el corazón y espíritu de la marca: «mantenerse siempre un paso delante». Y es que en 1969, Seiko presentó el primer reloj de cuarzo del mundo, el ‘Quartz Astron’. Esta tecnología revolucionó la industria al establecer nuevos estándares en precisión. Después del lanzamiento, Seiko compartió algunas de sus patentes para garantizar que las ventajas del cronometraje de cuarzo fueran accesibles para todos.
El ‘Quartz Astron’ es considerado hoy como uno de los mayores logros de Japón por cómo cambió la forma en que se mide el tiempo en el mundo. La visión de Hattori de un planeta conectado por el tiempo demuestra que se puede estar un paso por delante, liderando con el ejemplo.
‘Siguiendo adelante’
Los relojes Seiko están diseñados para personas que han asumido los mayores desafíos, en las condiciones más duras a lo largo de la historia, reflejando los primeros días de la empresa y los problemas que superó para crecer. Por décadas, los relojes Seiko han sido el compañero de confianza de pioneros como Steve Jobs, y de aventureros como Naomi Uemura, la primera persona en llegar al Polo Norte en un trineo halado por perros.
La búsqueda de la precisión ha impulsado a Seiko hacia adelante, y su excelencia en innovación no muestra signos de desaceleración. Desde la fabricación del primer reloj en el mundo en convertir el movimiento cinético en energía eléctrica (Kinetic AGS) en 1988, y, que posteriormente contribuyó a la realización del primer mecanismo en el mundo que iguala la precisión de un reloj de cuarzo combinando el alto torque de un reloj mecánico con un sistema de control por circuito integrado electrónico (Spring Drive) en 1999, hasta la creación del reloj de buceo ‘Prospex‘ (2018 y 2019), ganador del Gran Premio de Relojería de Ginebra, la empresa ha sido pionera y compañera de confianza para muchos de nosotros alrededor del mundo.
En su 140.º aniversario, Seiko está celebrando el pasado, manteniendo sus ojos firmemente en el futuro, y trabajando con pasión hacia su próximo centenario.